lunes, 4 de abril de 2022

La noción del Estado


El Estado es una sociedad política autónoma y organizada cuya función es estructurar la convivencia de las personas que integran la sociedad y satisfacer las necesidades afines con la supervivencia y el progreso común, bienestar general o bien común. El Estado no solo constituye una dimensión política sino una fuerza social que determina la existencia de relaciones coexistenciales jerárquicas entre gobernantes y gobernados. La relación jerárquica entre gobernantes y gobernados conlleva al ejercicio de un poder soberano sujeto a una titularidad abstracta, despersonalizada y permanente

 La naturaleza del Estado implica una relación social y un conjunto de órganos políticos que articulan un sistema de dominación política-jurídica. En los tiempos modernos, la estructura y el ordenamiento jurídico de un Estado son resultantes de una actividad política en la que el derecho se limita a expresar en normas los efectos y consecuencias de esta relación.

El primer atributo del Estado es la externalización del poder político vinculada con la presencia de una unidad de mando político materializada en la relación gobernante-gobernado en el contexto de una organización.

 El poder, dentro de un Estado democrático, tiene su origen en la llamada soberanía popular, en virtud de la cual la colectividad delega, en instituciones políticas, la función de ejercer legítimamente el poder con subordinación al orden jurídico. En las sociedades modernas, el derecho es uno de los instrumentos esenciales del poder. Las constituciones, las leyes, los códigos, los reglamentos, las decisiones administrativas, las sentencias son procedimientos de acción fundamental del poder. En ellos se fundan dos elementos: la coacción y la legitimidad. Las reglas del derecho determinan la aplicación de un sistema de valores distinguiendo lo justo de lo injusto, lo correcto de lo incorrecto.

El poder político no sólo consiste en la distinción de gobernantes y gobernados, sino en el consentimiento dado por los gobernados. Este consentimiento legitima un gobierno de derecho, porque ese consentimiento significa que el poder se ejerce en interés de aquellos a quienes se dirige. Esta relación de gobernante y gobernado es legítima cuando hay un reconocimiento del pueblo hacia el titular del poder originario y hacia quienes lo representan y son electos mediante el voto popular.

 El segundo atributo del Estado es la institucionalización de la autoridad. Esta implica la imposición de una estructura de relaciones de poder capaz de ejercer un monopolio sobre los órganos creados por la ley. El fundamento político de la autoridad de los gobiernos de derecho se encuentra en el habitual consentimiento de los gobernados. Lo que se acepta en este consentimiento es la institución en cuyo nombre mandan los gobernantes. Todos los mandatos de poder deben gozar de una obediencia previa sin la cual el principio de autoridad no existiría.

Referencias

Ramirez, L (2013) Noción de Estado y los derechos fundamentales en los tipos de estado. Disponible: http://revistas.uap.edu.pe/ojs/index.php/LEX/article/view/402 [Consulta: 2022, abril 3].


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Datos del Estudiante

Evelyn Zambrano C.I 28245429